jueves, 8 de marzo de 2012

Prosa para el primer día de clases

Materiales de una obscura ceniza pulcra. Traigo a colación un lunes oficial de marzo. El Territorio palpita en la sien. Hoy Santiago es la frontera que mira desmantelarse a las regiones en sus contradicciones vitales
¿Qué será del puerto pronto? con un Mall a cuestas en plena boca, como el de Castro. Qué será de la Hermanita menor, la provincia de Víctor Domingo Silva, qué será de Calama y Magallanes, de Dichato, de Lota, Coronel y Arauco, Puchuncaví, Tocopilla, Ushuaia? Puerto Williams. Qué pasa en Los Andes y en Mendoza, donde está Sofía comenzando clases argentinas, y cómo estarás tú Dante abordando tus propias clases, qué himno cantarán los niños y niñas de Quepuca Ralco, Ralco Lepoy, Malla-Malla, ¿el de Chile, el de ellos, el de Endesa?
y en Villa O'higgins, ¿qué enseñan en la Escuela, a besar y odiar la mano del dueño, a saludarlo en reverencia y aborrecerlo por la espalda?
¿Dónde enseñan que la tierra no es de nadie y es de todos?
¿Dónde está esa Escuela en Chile? ¿Dónde esa casta de profesores y profesoras de cara al argumento y de corazón a la justicia?
¿Dónde está  Gabriela que dejó las aulas tempranamente para hacer una vida burguesa -diplomática

y Mrs Chips? dónde estás?

cuántos nombres de profesores y profesoras tenemos en la memoria?
Hace cuántas decenas de años este país vendió su educación como esclavo

fluye fluye el olvido
como un solo barco por toda la costa chilena
qué país de aventureros y escritores
qué país olvidadizo de sí mismo
en su autocontemplación profunda
extrema elocuencia bipolarizada

qué pasa en Andacollo, en Machalí, en Carahue, sabrán en Chañaral o Diego de Almagro dónde queda Puerto Aysén y Puerto Natales; en Mañihuales que sabrán de Toconao

y tú Santiago, frontera urbana y cosmopolita del aciago Chile liviano
qué sabes tú del país que te sostiene de punta a cabo

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