jueves, 1 de diciembre de 2011

desde el archivo de letras sureñas (2005 por ahí..)

LETRAS VERDES
 http://letrasverdes.blogspot.com 
Es éste un Blog que invitará de pronto y de a poco a habitar la inmadurez de los estados acuosos y pálidos en que esta literatura transita la Literatura y su Geografía. Seguimos siendo un conjunto literario adverso o ajeno a la capital y al estado capital. Nuevamente, y a pesar de que se manifestara una adhesión mayor de proyectos presentados al Consejo del Libro, desde la región aisenina, nuevamente en el remanso final, quienes se hacen acreedoras de los fondos son algunas Bibliotecas Públicas de la Red DIBAM. De alguna manera, los proyectos de aliento y gestión personal o no institucional, pasan por el lado de quienes evalúan, sin provocar confianza o convencimiento mayor. Es año de analizar por qué. En Creación Literaria, seguimos recibiendo como región el módico número de una (1) adjudicación de Beca, este año de la mano de Rosa Gómez Miranda, profesora de la localidad sureña de Cochranne, coautora del libro (apoyado hace años atrás en su publicación por Fondart Regional) De Pueblo Nuevo a Cochranne (Joaquín Cheuquemán y Rosa Gómez Miranda). El resto de postulantes a Becas de Creación, quizá ya acostumbrado a que se otorga sólo una para estos lares- porque con una basta pensarán en la capital-, esperará pacientemente la próxima postulación, a ver si toca en suerte el año entrante.
El que existan fondos en exclusividad dedicados a la edición y concreción de proyectos literarios en Chile, desde el año 1992, es una realidad satisfactoria para quienes oficiamos de escritores-as y poetas. Lo insatisfactorio es la desproporcionalidad en lo que espera de regiones un Consejo centralizado, y lo que regiones propone finalmente como escritura. Me parece que ahí y quizá desde siempre, si no hace algunos años, hay dos fallas que chocan sin alcanzar el grado mínimo de sismo que nos pondría en alerta para proteger nuestras pertenencias individuales en cuanto a creación y espacios.
¿Se nos mirará como una región de la cual se espera siempre el máximo y continuo esfuerzo de chilenidad austral, de reivindicación etnográfica, de loas a la colonización con sus íconos y fetiches, de exotismo paisajístico y cultural? Donde entonces no es posible valorar por sobre los anteriores prismas culturales, presentes y valorados aquí y allá en una especie de monopólica imagen, proyectos poéticos y narrativos más vanguardistas, individuales, sin adhesiones forzadas a escuelas estilísticas de moda en el mundo (literario). Imagino, tras la pregunta testeante, que la misma suerte corren frente a los ojos evaluadores los proyectos de ejecución, ya sea en las modalidades de fomento lector y fomento del libro, entre otras, cuando no son ellos nacidos desde un espacio institucional, sino que están llevados desde oficios y miradas literarias particulares, cuando no organizadas desde una ciudadanía artística.
Si hay desde el Consejo del Libro alguna especie de subestimación tácita con la capacidad que tenemos en regiones de desarrollar proyectos de gran envergadura colectiva o individual, más allá de las tradicionales Ferias del Libro y Encuentros, es algo que podemos escudriñar con resultados y estadísticas en mano, más que suponer o sospechar amparados en una lejanía y una falta de interlocución con el ejecutivo, quizá mismas causas, lejanía, y silencio, que hacen que el ejecutivo, el Consejo del Libro en este caso, nos delimite a una forma de expresión literaria, la vernácula (histórica -cultural) en cuanto a la creación y una institucional en cuanto a la ejecución de proyectos de fomento.
Una Tesis para repensarnos en el escenario nacional de la Literatura y para facilitarnos lícitamente la adjudicación de proyectos que curtan nuestra actividad literaria, preciosa en su especificidad espacial y temporal, pero anquilosada si sólo la pensamos y se la piensa desde su situación de región colonizada recientemente y expuesta así y sólo así, una y otra vez.
Los artistas en la región tienen el derecho de, viviendo en ella, fusionar y crear de acuerdo a la multiplicidad de contenidos actuales y paralelos en el tiempo y en el espacio. Es el ejecutivo cultural el que tiene que permitir la misma libertad de creación que permite y financia en Santiago, al resto del territorio nacional, sin chovinismos y apagones de provincia, para evitar así que los escritores y escritoras -en este caso- tengan que alimentar esta tendencia a la que se nos supedita, de escribir testimonios, crónicas y etnografía, cuando lo que quieren hacer es poesía (sin apellidos ni escuelas) novelas y cuentos de un cuanto hay; junto con empresas editoriales, encuentros diseñados para resultados específicos, proyectos de vanguardia y apuestas visionarias.
Si lo anterior es válido en algún porcentaje de análisis, entonces se haga válido para analizar los otros concursos que adjudican Fondos, ya sea en versiones nacionales como en la región verde en la que vivimos.

http://letrasverdes.blogspot.com/  Invitado-as a escribir.

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